Cada vez que llega un nuevo animal con su familia a pedir acompañamiento con FLORES de BACH, siempre veo esos patrones que están en desequilibrio y que su Familia ve muy claramente, pero además, busco aquello que no se ve y que permanece en la sombra. Oculto en la dinámica familiar, siempre subyace un conflicto, un afecto que ha sido excluido, tapado.
Pareciera que siempre existe algún tipo de exclusión, una situación emocional o alguien que no hemos mirado, alguien que no hemos podido (tal vez por acciones contrarias a las que esperábamos de ellos) colocar en nuestro corazón y quererlos tal cual son. Son estas exclusiones las que le dan cabida a que en nuestro sistema familiar haya un espacio vacío para que sea ocupado por un animal, como miembro de la familia.
Como seres biológicos ancestralmente nuestros antepasados incluían animales cerca del clan, cuando cumplían una función que significara algún tipo de ayuda para asegurar la supervivencia. Los animales no estaban ahí para ser parte de “la familia”, tenían un rol específico, siempre a favor de asegurar que el clan sobreviva. Protección, alimentación. Pareciera que con la evolución de nuestra raza así como de las diferentes especies animales, ellos han estado asistiéndonos mucho más de cerca que como los hacían hace más de 20.000 años.
La vida de los animales se rige por el sistema de la homeostasis o compensación, es decir, viven al servicio del equilibrio del sistema al que pertenecen. (Se conoce como homeostasis al conjunto de fenómenos de autoregulación, que permiten al mantenimiento de una relativa constancia en la composición y propiedades del medio interno de un organismo. )
Su vida, su enfermedad e, incluso, su muerte, están al servicio de su propia evolución. Su instinto es su guía. Se mueven por amor y asumen con naturalidad su propio sistema de jerarquías o pertenencia. En la jerarquía natural, llegaron antes que los seres humanos y, por esa razón, se ponen a su servicio. Es el Sistema de Mayores al servicio del Sistema de los Posteriores.
Es curioso que, en la jerarquía natural, se dé preferencia a los últimos que llegan y los seres humanos se la den a los antecesores.
Es muy importante también entender cómo llega cada animal a nuestra vida, nos fue regalado?, lo encontramos?, fue comprado? … cada forma en la cual llega un animal, el instante mismo en que lo hace, de la mano de quien o de qué situación, que pasaba en nuestra vida en ese momento, todo esto, nos hablara un poco acerca del rol que estará cumpliendo en nuestra vida.
Que nos está mostrando, cual es el mensaje que nos trae o que nos está ayudando a transitar o trascender.
Todo ese amor que muchos entregamos a los animales que nos acompañan, de alguna manera va dirigido a algo o alguien más. la pregunta es, ¿Para quién realmente son esos abrazos?, ¿Para quién en realidad son todas esas atenciones?, esto es importante hacerlo consciente, ya que cuando lo haces, no significa que ya dejarás de hacérselo a tu animal, sino que también comenzarás a reconocer en tu corazón la exclusión que por dolor, resentimiento, o simplemente por desconocimiento estabas haciendo en tu familia de origen. Lo mismo sucede con los animales que son maltratados o que son sometidos a diferentes situaciones independientemente de todas las excusas que pongamos. A quien necesitamos atar, encadenar, encerrar, etc.etc.
Los animales protegen nuestra especie y necesitan que seamos agradecidos. Poseen su propia dinámica sistémica. Una consciencia familiar que pide compensación para paliar los desequilibrios y las desgracias.
Cada especie tiene su propia adaptación a los tres órdenes de jerarquía, pertenencia y compensación. Cuando los animales están con el ser humano, sienten que cumplen con su servicio de armonía a la vida. Adoptan la carga de su propio dueño para que sea liberado de su vínculo.
Siempre que existe un desequilibrio ya sea conductual como físico en un animal que nos acompaña, algo de nuestro propio sistema esta manifestándose justo ahí. La pregunta es entonces, que podemos hacer? La respuesta siempre es : Debemos hacer conciencia, de que nos pasa a nosotros en este momento donde nuestro animal esta enfermando o está manifestando un desorden de su comportamiento natural.
“AL FINAL NO SE TRATA DE AMAR MAS, SINO DE AMAR CON MAS CONSCIENCIA.”
En este sentido las FLORES de BACH como siempre son excelentes acompañantes en este proceso de volver al equilibrio todos esos patrones que están en desequilibrio. Evolucionar. Ayudándonos, sanándonos y sosteniéndonos desde lo más profundo del SER
FOTO : (mi bella FLOYD 1993-2006) la mas Luminosa de mis maestras ...
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